Guardar un prolongado silencio


Han pasado unos cuantos días desde mi último post. Para muchos he estado desaparecido. Lo cierto es que, hablando metafóricamente, he estado paseando por una antesala de mármol pulido, con grandes columnas de capiteles grecorromanos. Al final de la antesala había una puerta de roble con un intricado dibujo en relieve, que justo ahora me encuentro abriendo con bastante paciencia. Ante tal presentación de mi ausencia en la red, muchos no tendrán ni idea de lo que estoy hablando, otros podrán como mucho imaginárselo. En fin, momentos de cambio, el caso es que guardaba un deseo impresionante por volver a escribir en mi olvidada droga literaria. Por supuesto tambíén he echado mucho de menos los blogs que me suministraban mi dosis diaria de lectura. Y es que la placentera droga me envuelve en su alfombra mágica y me transporta por cielos sin nubarrones. Desde arriba se ven las cosas pequiñitas, insignificantes. Cuando bajo, siempre acabo teniendo una perspectiva donde todo alcanza otras dimensiones más grotescas, así intento mantenerme en un vuelo medio,para ver las cosas tal como son.



Este mundo es treméndamente complicado y simple a lavez, tan mezclado lo uno con lo otro, que todo resulta una burla para nuestro cerebro...nos confundimos, no sabemos si complicamos nosotros las cosas o las cosas son complicadas en sí. En realidad, todo depende del momento en el que nos encontremos...Muchas veces es mejor no hablar, guardar un prolongado silencio, compartir esa conversación muda, vivir viendo el tiempo pasar...hay que disfrutar de las pequeñas cosas...a colación, aconsejo "La elegancia del erizo" un libro hasta el momento inmejorable, para degustarlo con cada palabra, una obra de arte...



En fin, ando por los madriles de nuevo, así que no sé cuándo podré escribir de nuevo, espero que sea lo antes posible porque si no, me muero por el síndrome de abstinencia. Muchos besos a todos!!!!

Semana de la Fruta y la Hortaliza (FyH): Mi manzana


Éste será un post extraño. Dr Flasche me sirvió en bandeja la posibilidad de llevar a cabo "La Semana de la Fruta y la Hortaliza". Ya le dije que me daba algo de vértigo (me encanta cómo escribe, y ponerme a su lado tanto física como literariamente, me cohibe). No tuve mucho tiempo de pensar; o lo que es más, voy pensando según voy escribiendo. Quería darle ese toque sensual, que es lo que me gusta, y centrarme en la manzana (en mi cabeza nacían unos labios latinos, con una dentadura perfecta hincándole sabroso mordisco a la misma); ya sabeis: "... tus jugosos labios besaban la tersa piel verde de la fruta, mientras tu poderosa mandíbula se hundía cada vez más en el seno de su cuerpo..." y bla bla bla. Pero me he quedado en blanco. Se me han venido a la cabeza justo después una gran cantidad de recuerdos donde la manzana aparece de manera directa: el típico dibujo infantil de la manzana roja con un gusano saliendo de ella, la manzana envenenada del cuento de Blancanieves, la manzana tópica que supuestamente los alumnos regalan al profesor al inicio del curso, la gran manzana de New York, el pastel de manzana tan rico que probé aquella vez que junto a ti estaba, la manzana mordida de Apple...todas esas cosas!! Justo caigo ahora, que incluso sólo la variedad comercial de manzanas es enorme, como ocurre con los humanos. Tenemos las golden delicious, las red delicious, las gala, las fuji, las granny smith, las honey crisp, las reineta (y sus variedades) las McIntosh, las empire, las red rome... Cada persona elegi su preferida. En mi caso, cuando pienso en una manzana, sólo se me viene a la cabeza una única imagen, como si no pudiera vestirla de nada más o cambiarle la forma o el color o la textura...me aparece el simple concepto de mi manzana: una fruta verde, muy verde por fuera, con la piel enteramente lisa, pulcra, con una gota de agua resbalando por su fina pero dura piel, que nos regala música al morderla, un "cras" delicioso. Tiene que brindar, a su vez, una pequeña inyección de jugo ácido fresco, que se cuela por toda tu boca. Si le poneis el nombre comercial corresponde a las granny smith. Lo curioso es que para su polinización, requiere de las golden, de otra variedad distinta para poder vivir,...como en los humanos...

Cada "cras", jugo ácido, es lo único que se me pasa por la cabeza.

Leve barrote de tela

Dicen que tengo una pasión fetiche por los cuellos. Posiblemente sea cierto. No dejo de pensar en el tuyo. Me gusta estar tomándome este té contigo. Lucho pasionalmente en este juego de miradas furtivas, que se dicen mucho más de lo que lo hacen nuestras bocas. Me fijo sin dudarlo en mi deseo. El tirante de tu top, cae, sin más. Es curioso. Simplemente ha pasado de pasarpor tu clavícula a descender hacia el brazo. La piel descubierta es ínfima y en un balance general, el porcentaje no ha cambiado en realidad, pero para mí apareces desnuda. Es la fotografía perfecta, el deseo de un top porque lo arrebetan de su dueña. El mundo de las casualidades se convierte entonces en el mundo de las causalidades, y tu inoportuno descuido supone la causa de mi fuego interior, mi sentido de vida, mi impulso hacia lo animal más humano. Es perfecto el recuadro que enmarcan mis ojos. Absorbo la belleza. Nada cambia en el mundo, salvo mi estado. Maravillosa creación, mágico enfoque. Me empeño por no aparentar nada. Es lo marcado. El sorbo de mi taza no es sed, es disimulo. 

Entonces acaricias tu cuello. ¿Lo haces por un juego sexual del cual no eres consciente o simplemente te relajas? Da igual, a mí me lleva hasta un punto dolorosamente exquisito. Con tranquilidad te subes el tirante, lo colocas en el lugar justo de donde partió, vuelves a hacer preso a tu cuerpo. Tras el leve barrote de tela, se esconde el universo en forma de piel, y yo lo he visto.

Sobre el Yoga y otras mentiras

"La vida te da sorpresas, soooorpresas te la vida..." He estado off, como muchos (no tantos) habeis podido comprobar. ¿Las razones? Múltiples, y no es cuestión de exponerlas aquí. Hace unos dias me reecontré con viejos amigos. Qué bonita sensación, saber que aunque pase el tiempo, verlos de nuevo es como si no hubiese pasado dos días desde la última vez. Lo cierto es que no guardamos muchas similitudes unos con otros, digamos que somos un grupo variopinto...pero nos respetamos y nos llevamos bien. No me pasa con todos la verdad. Con otras personas veo que existe tal distancia emocional o de ideológica o como lo querais llamar, que me es imposible incluso mantener una conversación tranquila. Las inquietudes de cada uno son diametralmente opuestas. 

Hace dos dias tuve una conversación muy interesante sobre la evolución de ciertas religiones y la influencia de la cultura escandinava, y ayer no pude ni hablar del tiempo...cuán diferentes somos unos de otros, es lo que hace bonito la vida, ¿no? Aunque también la hace muy complicada. Cada uno tiene su propio ritmo, su propio punto recorrido en una vida extraña. Encajar las piezas del puzzle no es siempre fácil y de ahí mi imposibilidad por mantener una relación (guiño a la independiente).

Estoy buscando algo que dicen que se llama felicidad. No sé si la he encontrado, de momento me siento más tranquilo cuando practico yoga... sí, he empezado a hacerlo por iniciativa propia. Me siento bien cuando lo hago, aunque mi espalda piense justo lo contrario. La pregunta que me hago es si tendré la constancia que siempre me ha faltado. Las posturas del pez y sobre los hombros se controla más o menos bien, en la de cuervo tendría que mantenerme más tiempo y con respecto a la de la cabeza....estamos en fase inicial. ¡Intento limpiar mi cuerpo! Aunque, sinceramente, si lo sigo haciendo como el jueves pasado y ese "venga otra ronda más" no sé si llegaré muy lejos...por cierto, la camarera me ha prometido una copa...me parece que ni de coña me la va a dar, pero me gusta vivir con la ilusión.

Vuelvo a estar en casita, pero espero que por poco tiempo (rezo (mentira) para que la administración haga bien su trabajo). Y durante mi estancia en la capital, me di cuenta que es uno de los cambios que necesito.