Zarzamora

Hoy me desperté enredado en el mar de tus pelos rizados. Bendita red que me atrapa a escondidas durante el sueño. ¿Son tus deseos los pescadores que se lanzan al mar gobernado por Morfeo cuando aún Lorenzo no se decidió a levantarse? Tus finos cabellos se lanzan hacia mí como lo hace una zarzamora, inspirada por una secreta conducta ya establecida, creciendo, creciendo, creciendo, abrazando todo aquello que se cruce por su camino...pero este entramado es mucho más sensible, juega a hacer cosquillas. Las travesuras de un pelo revuelto son las que han hecho que me despierte, pero es su olor que me enamora. Me siento embriagado y no dejo de aspirar tu invisible perfume que emana de un lugar mucho más profundo del que mis ojos llegan a contemplar.
La red se vuelve sumisa, y deja que mis dedos se entrelacen con sus ramas. Los rayos del sol que entran por la ventana abierta de par en par, quieren jugar también, pero ellos lo hacen a través de una gama indescriptible de colores, brillos, purezas...Ahora, es tu pelo el principal protagonista del universo, todo se ha parado por ti...ni siquiera el cuerpo de porcelana que queda enterrado bajo él es hoy motivo de mi atención.

La tentación tiene forma rizada, larga, brillante,...tu pelo es en este segundo del tiempo, toda mi razón de ser.