Dedicado

Quizás te digo poco lo mucho que te quiero. Quizás nos perdamos en la vorágine de nuestra sociedad y se nos pase regalarnos las palabras por el cansancio impuesto. Quizás, en mi ignorancia, no sepa lo importante que es decirte lo vivo que me siento a tu lado, que nada puede compararse a sentir tu piel rozarse con la mía, que no hay sábana más suave que la que llevas contigo. Quizás no me despeine decirte que estar abrazado por tus piernas no es una cadena, sino la libertad de dejarme sentir rico, multimillonario en sentimientos, pleno en sensaciones. Quizás haya infravalorado alguna vez la deliciosa terapia de un vino a tu lado, de la paz que me brindan tus ojos verde-azulados, de la serenidad que me regala tu presencia. Quizás se mezclen la monotomía con las noticias con el día a día de nuestro alrededor. Quizás eso intente tapar lo que brilla por encima de todo. Porque pase lo que pase, sea como sea el día, no nada más importante que tú, no hay nadie que se pueda comparar a ti. Porque absolutamente nada puede borrar cómo me siento cuando estoy contigo a solas. Ni tampoco puede compararse cómo me regalas tu forma de ser cuando te libras de todo lo demás. Me haces sentir que soy el descubridor de un inigualable tesoro...y es que realmente es así. Porque sea el día que sea, siempre siempre siempre te amaré. Porque sólo cuando deje de ser yo mismo, cuando el tiempo acabe conmigo como acaba con todo, sólo entonces dejaré de decirte que te quiero, porque ya no estaré, pero nunca nunca nunca dejaré de quererte. Porque sólo hay una verdad: te quiero.