Cazador cazado

En un suspiro de los ángeles, el deslizar de sus yemas sobre aquella fina piel fue....como si el tiempo fuese ajeno, como si el mundo hubiese dejado de existir durante ese momento. No había música de fondo que amenizase el encuentro, ni velas que decorasen el ambiente...sólo una piel perfecta y su perfecto cazador. Ambos deseosos de cumplir lo que eran: presa cazada, cazador cazado. Silencio...labios...bocas entreabiertas. "¿Hasta dónde puedo llegar a gozar?" se preguntaba el cazador, al saberse victorioso..."¿hasta dónde puedo dejarme tocar?" se preguntaba la presa...Preguntas infinitas que pronto tendría sus respuestas.
Un tirante que cede ante el leve empuje de un dedo ansioso...pechos lindos, frutas almizcladas, tersa manzana...aparece como estrella principal en la obra que estamos representando. Y lo prueba. Delinea con su lengua un contorno ya marcado. Silencio roto por un suspiro inaudible. La ansiedad recorre el cuerpo, la cautela del delineante desaparece por un segundo, y la boca se embarca a degustar tan deliciosa pieza. Manos que suben. Manos que desaparecen tras la falda. Manos que sobresalen descaradas entre dos puentes repelidos. La presa se afianza. Se aferra al pelo del cazador cazado, y lo muerde...suave y fuerte, y le tira del pelo. Y se suelta. Y se deja caer...mientras el puente se cierra...El cazador cazado gira a su presa...indefensa...por propia voluntad. Y todo se enciende cuando el día se apaga. El cazador descubre acelerado su nueva piel hecha presa, levanta la falda, baja la braga...sube la temperatura.



Feliz 2010 queridos mañaneros, senescentes e insomnes...tarde como siempre, pero más vale llegar a la fiesta que quedarse en el portal de enfrente!!