Tinta en tu piel

Pensó sobre su tatuaje la primera vez que su desnudez fue expuesta. Fue una desnudez engañosa, sensual, divertida, provocativa y todo sin enseñar nada. Un masaje fue la propuesta. Ella tiró enérgica hacia arriba su ajustado top. Él volvió la cabeza para disimular que se había fijado en la curvatura de sus pechos, más claramente mostrados tras el encaje del sujetador negro. Ella pretendió que se fijase, pero que no pareciese que se estaba mostrando, se tumbó rápido boca abajo. Con la extraña y rápida habilidad que presentan las mujeres para desabrocharse el sostén con los brazos doblados y las manos al revés, liberó los senos que rogaban por desbordar. Aconteció el maravilloso momento que los infantiles ojos masculinos tanto esperaban, la voluptuosidad regalada, ese instante diminuto en el que el pecho es libre y no se ve, se intuye, mientras en segundos queda oculto sobre la cama, regalando tan sólo un tímido dorsal, que igualmente fascina. Como quien es adulto y se centra en el trabajo del masaje se colocó, se untó las manos de aceite y comenzó a danzar sobre la espalda dorada. El tatuaje estaba allí. antes simplemente le gustó, ahora se preguntaba, mientras ella se relajaba con cada pasada de su suave mano, si tenía algún motivo. Era posible que llegase a ella por un amor anterior, o un amor prohibido, para marcar de forma eterna un momento efímero. No se atrevía a preguntar por temor a la posible respuesta. Costaba imaginar que había tenido una vida antes de él. Pero la había tenido, igual que él. Ese tatuaje le estaba torturando, no por celos, si no por curiosidad. Quería saber por qué se había tatuado con ese dibujo, seguramente la respuesta fuese sencilla, un "porque me gustaba" y punto. Pero...¿ y si fuese por ese amor que nunca llegaría a igualar él?. Instintivamente la giró, para borrar de su vista el motivo de sus inquietudes. No se dio cuenta de la situación hasta que ella, con cara de una sorpresa alegre, le agarró de la cabeza y le beso sin preocuparse de la ligereza de un sostén desabrochado.