Estoy de vuelta

Tras el largo periodo de ausencia, mis dedos reconfiguran su andar en los teclados literarios. La agilidad digital no la perdí (tuve que hacer muchas unidades, temas, programación...) pero espero no haber quedado en el tintero mi capacidad a la hora de redactar. Ha sido un periodo difícil, no malo, pero sí duro. Trabajar y estudiar, estudiar para trabajar, trabajar sin saber si seguiré después, estudiar sin saber si me ayudará a trabajar, estudiar hasta morir, trabajar hasta estudiar...Las oposiciones pueden ser un cruel preparador de futuro. No hay nada asegurado, absolutamente nada, sólo puedes creer en ti, a pesar de todas las dificultades posibles. Vuelvo deseoso, ansioso,...pero también un tanto vividor. Es como si me hubiesen quitado parte de mi vida, de mi sueño y ahora tuviese que recuperarlos...y eso quiero hacer. Pronto me embarco en un viaje que me llevará al extremo más oriental de Rusia. Quiero conocer, quiero vivir. No voy sólo, de hecho, más bien, acompaño a quien sin duda es mi gran apoyo.
En este transcurso, he tenido que escuchar miles de sandeces, sobre todo, me hace gracia, la facilidad con la que las personas hablan de temas que desconocen en su totalidad. Me encanta cómo opina la sociedad, perjudicándose así misma sin dar un voto de confianza a que las personas luchan para conseguir algo mejor. Sé a lo que me refiero, y supongo que no ha quedado muy claro, pero si quisiese que quedase claro, lo haría. Sólo aquellos que vivin una experiencia serían los que deberían opinar sobre la misma...a veces, me da la sensación de que es como cuando los curas hablan de vivir en pareja...
Esquivando los temas religiosos, y sin ánimo de ofender, todos opinan, pocos conocen. Vuelvo al blog, vuelvo aún sabiendo que no escribiré tanto como antes, pero vuelvo...y me encanta esta palabra...volver...sí, estoy de vuelta.