Realmente onírico


El cuarto está oscuro y me paseo a gatas, tanteando todo con mis manos, porque éstas son ahora mis ojos. El suelo está sucio, húmedo y pegajoso, y me quedo pegado en cada pequeño avance que logro robar. De repente, unas pequeñas velas se encienden, cuatro en total, dos a cada uno de mis lados; no me dan toda la luz necesaria, pero al menos es la suficiente como para poder usar de nuevo mis órganos visuales. Consigo erguirme, ya no necesito estar de rodillas. Comienzo a andar. Acelero, veo una luz, como una puerta al fondo, es intensa, me ciega...y quiero salir, quiero llegar hasta el otro lado, donde no hay oscuridad. Corro y corro y sigo corriendo, cada vez corro más...la distancia a la luz sigue siendo la misma, ¿cómo es posible? Miro a mis pies, hay una especie de cinta transportadora de éstas para hacer ejercicio...me bajo, lógicamente así no llegaría nunca. Comienzo a andar tranquilamente. "No hay prisa" me digo. Ahora parece que avanzo. Plas. Me paro. ¿Por qué? No puedo andas. Me he quedado pinchado en el lodazal, me esfuerzo e intento salir, pero me es imposible. Huele a mierda, pura mierda. Justo enfrente hay alguien, me resulta conocido. Alzo la mano, para que me ayude a salir. El brazo se me duerme y él sigue inmóvil, con los brazos cruzados y destornillándose. Con la frustración miro hacia arriba...¡una cuerda! Me aferro a ella. Tiro, tiro y tiro y consigo salir. Me balanceo y salgo a un lugar seguro. Comienzo a andar de nuevo. Veo la luz más cerca. Vuelvo a pararme, ya no sigo anvanzando de nuevo...¿qué pasa ahora? La cuerda...la tengo enganchada y meimpide seguir, pues por el otro extremo están anclada a no sé dónde...me pregunto: ¿llegaré algún día? ¿me tomaré tres mojitos y pagaré uno? ¿me beberé un mojito y pagaré tres?...