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Éste es el post número 100. En él debería decir quién es el que se llevará el dibujo (si quiere) y hablar un poco de lo puramente típico en los anirvesarios de cualquier índole. Pero no me sale eso. Este post no tiene etiqueta, ni título, ni nada que lo encuadre en su lugar idóneo. Este post es como yo. No sé si es exclusivamente casual o más bien fruto de los designios que marca mi hilo particular de la vida, pero el número 100, un número meramente distintivo, marca de algún modo un estado igualmente distintivo para mí. No puedo decir que tenga mala suerte (es posible que incluso lo contrario), ni que soy un desgraciado, o no tenga nada...hoy es un día de esos grises, y no sólo por las nubes que cubren el cielo, si no porque lo atípico hace su presencia, porque todo lo que ocurre en este día muestra lo solo que estás y lo poco que te gusta esa sensación, que todo sale justo al revés de como tu mente quiere...Estoy triste porque me doy cuenta de que arrastro una imposibilidad permanente por estar con alguien, por amarla como en los libros, por recomenzar mi vida, por saber que amas a otro aunque eso ya lo supiese. Estoy triste porque no consigo lo que más anhelo en esta vida y todo se concentra en el mismo dia, para mostrarme lo que soy, lo que no me gusta de mí. Y sólo quiero llorar, pero no me sale.