Atemporal 20.0

Han pasado veinte años desde la última vez que nos vimos. Tu pelo se ha vuelto plata, olvidando su color azabache. Tu piel está dibujada por arrugas, como un gran desierto que esconde grandes secretos. Tus ojos se han vuelto profundos, mucho más de lo que recuerdo, penetrantes y apacibles, como si con el paso del tiempo se hubiese encontrado la mezcla perfecta. Ya no eres tan alta y te aproximas cada vez más a la Madre Tierra. Tus movimientos parece que dejaron de ser rápidos y firmes...ahora son pausados, como si saboreasen cada paso. Tus dientes cayeron, y en su lugar hay una blanca sonrisa de quita y pon. Ya no vistes igual, dejaste tu ropa colorida y que mostraba generosas partes al descubierto, y prefieres algo más formal, práctico y recatado. El olor a champú no es el que tengo grabado en mi memoria. Tus besos no son iguales...ni peores, ni mejores, sólo distintos.

Han pasado veinte años, y tu imagen no es la que guardaba en mi recuerdo. Aún así, sigues siendo tú. Aún así, te sigo amando y deseando como el primer día.


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