Me he llevado el olor de tu piel conmigo, en mis dedos. Recurro a ellos para evocar tu imagen, para recordar con lo que tantas veces me desperté en la noche. Olores perfumados, intensos, que me envuelven en un ambiente selvático, húmedo, ancestral. Siento volver a mis orígenes, donde todo comenzó, donde todo debería acabar. En tu imagen me estás mirando. No me mires así, me trastorna. Me ahoga en la locura de un deseo actualmente inalcanzable. Tus ojos me hablan y yo no puedo responderles. Ya comienzo a restar las horas que me quedan para verte de nuevo.Vuelvo a ti
Me he llevado el olor de tu piel conmigo, en mis dedos. Recurro a ellos para evocar tu imagen, para recordar con lo que tantas veces me desperté en la noche. Olores perfumados, intensos, que me envuelven en un ambiente selvático, húmedo, ancestral. Siento volver a mis orígenes, donde todo comenzó, donde todo debería acabar. En tu imagen me estás mirando. No me mires así, me trastorna. Me ahoga en la locura de un deseo actualmente inalcanzable. Tus ojos me hablan y yo no puedo responderles. Ya comienzo a restar las horas que me quedan para verte de nuevo."Kenia! Kenia! Kenia!"
Desgranando secciones cerebrales (2ªparte)
En esta segunda parte de "Desgranando secciones cerebrales" he preferido dejar mi blog en papel a un lado y escribir sin más en el ordenador, volver a retomar esta costumbre para soltar todo aquello, que aunque resulte desordenado y caótico, va saliendo directamente de un estómago que reza por no llegar a tener una úlcera.Tiritas emocionales

Si bien mostraba siempre una impasibilidad sorprendente, su corazón estaba siempre plagado de grietas...
Desgranando secciones cerebrales (1ª parte)
Escuchando a Cibelle en su Green Grass, me asalta la melncolía de algo que nunca sucedió. Se encuentra dentro de mí, guardado en una pequeña jaula invisible en un punto que se escapa de mi anatomía...Anhelo una libertad que ahora no tengo. Uno es libre cuando se despoja de todo aquello que lo acompaña. No quiero llegar a tanto, pero de lo que no hay dudas es que estoy muy lejos de eso también. Dicen que tengo ojos de árabe, yo creo que es la mirda marcada por esa nostalgia de lo imposible. De mi boca quieren escapar vocablos del sentimiento, que resultan incoherentes, y que, como no les encuentro compañeros, tengo que cerrar mi boca para que no se pierdan en vano. Envidio a todos esos artistas que son capaces de expresar lo que sienten o lo que llegan a encontrar cuando buscan en sus sentimientos, en su ser, y plasmarlo con toda nitidez en lienzos, partituras, películas, fotografías, etc: nuestra alma hecha realidad. Me veo en el espejo y me cuesta saber quién soy, qué quiero. Siempre parece que elijo el camino complicado, el complejo y con más perspectiva abrupta. Sin embargo, lo que deseo e sla simplicidad, y no la encuentro. Quizás sea más bien que, aunque todo me indique con grandes señales luminosas qué camino es el más asequible, yo acabo escogiendo el otro, el que no tiene iluminación, ni asfalto ni nada que me acomode el trayecto. Siempre pensé que lo complicado reporta ventajas al final del viaje. Lo sigo pensando, pero mis pies están lelnos de llagas, mi cuerpo tiene sed, me siento totalmente fatigado y no me veo con fuerzas para escoger otra vez el camino de la amargura.La cocinera
Tararea una canción mientras prepara algo para comer. El sol entra justo por la ventan de la izquierda e incide a modo de foco sobre el esbelto cuello de su figura. Es la protagonista. Yo la observo a su espalda. Es preciosa. Sigue en su mundo con una canción grabada en su mente y una feliz sonrisa en su interior. Sonrisa que emerge a la superficie al sentir que la rodeo entre mis brazos y pego mis labios a su cuello. Suelta el cuchillo y me acaricia la cara sin volverse. Nos balanceamos como en un barco... ffffffffu hacia la izquierda fffffffu hacia la derecha....deja caer su cabeza, para que la bese mejor. Desde atrás, le desabrocho dos botones, los suficientes para poder dejar al descubierto uno de sus hombros. Se muerde el labio. Lo puedo ver porqueha girado su cabeza con los ojos cerrados. Le levanto la camisa desde abajo, sin quitársela. Su columna es el precioso camino renacentista que merece mucho más que ser besado...he viajado por tu espalda y he llegado de vuelta al cuello. Mis grandes manos lo masajean. Contrasta la tensión con la suavidad. Siento que te deshaces, justo como me pasó a mí al verte desde la puerta, con tu canción tarareada, con tu pelo recogido, con tu figura casi insultante. Creo que hoy comeremos más tarde...Closed
Tienes el cartel de "cerrado". He llegado tarde, o temprano, la verdad es que lo sé muy bien. Yo sigo golpeando la puerta de cristal con mis nudillos, para que sepas que estoy ahí, y que, para mi fortuna, gires el cartelito del rojo al verde "abierto". Te percatas de mi presencia, me sonries muy cálidamente...pero está cerrado; sólo puedes hacerme un pequeño gesto encogiendo los hombres y expresando un "lo siento" en tu rostro. Me encantaría poder conocer lo que hay detrás del cristal, pero no sé qué hacer. Si llego a esperar, y resulta que está cerrado, es posible que me congele por el frio que hace aquí fuera. Está claro que no es mi hora, pero ¿lo será dentro de poco o ya pasó mi oportunidad para entrar? Me muerdo la uña del dedo pulgar, con cierto nerviosismo, elucubrando una manera de llegar a entrar. Sólo me separa un cristal...¿y si lo rompiese con una de estas piedras que me acompañan por el camino? Es posible, entonces, que te haga daño con los pequeños cristales que salgan proyectados...¿qué puedo hacer? En realidad sólo contemplo dos opciones que me están matando: (1) seguir por la calle y perder la oportunidad de entrar en la tienda (si es que existe alguna) y (2) esperar y morir congelado (porque la verdad es que no me traje demasiado abrigo). En la desesperación de quien ve en las dos opciones las mismas ventajas que incovenientes, me quedo rígido, inmóvil, sin saber qué hacer, y mirando fíjamente lo único que realmente me ha quedado claro: el cartel de "cerrado".Cita reversa
Sopa de letras
Hoy me ha pasado algo curioso. En el desayuno, cuando descargaba la cuchara llena de cereales en mi amplia boca, después sacaba un cúmulo de letras incoherentes que al caer sobre la leche acababan pareciéndose a una sopa de letras. He estado un rato cuestionándome por qué podría ser. Llegué a la conclusión en el momento del día en el que comienzo a ser una persona viva. No hay lugar a dudas. Es ese cúmulo de ideas que revolotean como murciélagos en la cueva oscura de mi ser. Todas ahí agolpadas, inconexas, boca abajo y huyendo de la luz del día. El problema es que esta vez hubo overbooking, y como durante algunos días no hubo un balance de pérdidas y ganancias correcto, acabó todo saliendo a borbotones por mi boca a primera hora de la jornada. Esto tenía que pasar. Ya lo venía venir. Hace algún tiempo que mis ideas están ahí, todas juntas, porque pensar no he dejado de pensar. Sin embargo, en el sistema "ideanciero" algo fallaba y es que el producto no veía la luz. Cuando esto ocurre, sólo se puede esperar un crack como el que ocurrió esta mañana. Pero bueno, al menos ahora tengo un desorden de letras fuera de mi mente. Lo que toca en estos momentos es evitar que esto vuelva a ocurrir y, además, reorganizar todo lo que ya está fuera y ver qué obtengo. Creo que con todo lo que "vomité", puedo hasta hacer un post....mmmmmm me parece que hoy tengo trabajito.¡¡Cuidado que pincho!!

Vale, es verdad, pincharse no es de agradecer. Quizás me la debería quitar. Además tampoco me sienta bien...¡uy, mierda! Resulta que se ha quedado pegada. Uf, pues no tengo muchas ganas de hacer el esfuerzo...mejor me lo dejo como está.
.........
Me siento solo. Nadie se ha acercado hoy. Bueno sí, una persona, pero al final salió corriendo al hospital, por una terrible hemorragia. Pero qué hago, si es que precisamente hoy no tengo la fuerza suficiente como para arrancarme la vestimenta, ya se irá aflojando.
Te veo venir. Con paso firme. Me das un poco de miedo, y mis espinas parecen crecer por momentos. Te paras ante mí. Me sueltas un guantazo, de los que doler no duelen, pero joden. Mis ojos parecen que se van a salir de sus respectivas cuencas. Mi cara es la de un desquiciado alucinando. "¡Despierta!" Me quitas el traje con toda tranquilidad y facilidad del mundo mundial. Me quedo flipándolo en colores. Se me escapa una sonrisa, al igual que a ti. Me muestras tu brazo y me sueltas:
"Enhebra, guapo", y nos vamos de aquí.
Absenta

Abrázame
"Ven aquí" le dijo mientras extendía sus brazos, ofreciéndole un cobijo en donde siempre se sentiría segura. Y según se iba venciendo la distancia que les separaba, sus ojos se iban cerrando, como preparándose para captar toda la esencia de la energía que iba a recibir.Marioneta
Y con el inicio de la música, mi brazo comienza a elevarse, poquito a poco. Mi cabeza queda embobada ante la movilidad de mis extremidades; y mis piernas, hasta ahora inertes, comienzan a bailar...Extraños hilos invisible hacen que de la nada surjan gestos, emociones y danzas. No soy dueño de lo que hago, me dejo llevar por la extraña fuerza que en principio debería estar justo encima mía, que me maneja con tan sólo dos manos y unos movimientos coordinados y suaves. Soy tu marioneta. No tengo voluntad...¿o tal vez sí? Dejo que tu extraño poder me regale la vida que me falta. Antes estaba relegado a un cajón enmohecido, cubierto de polvo...ahora, tú me otorgas la vida y los únicos hilos son los que me llevan a ti...ordenados, finos, tensos...pero divinos. Acepto que no soy más que tu muñeco, que nunca llegaré a más. Pero lo cierto es que, a pesar de todo, eso me hace feliz, porque conmigo comienzas a ser tú, a exponer tus fantasías, tus cuentos ocultos y consigo, incluso desde lo inanimado de mi ser, llegar a tus pensamientos más profundos, captar una fotografía del momento y transformar tus emociones en mis movimientos.
Warmness
La luz rompe por la ventana con visillos de una edad pasada. Me despierta de un letargo algo intranquilo. Antes de ver nada, me doy cuenta, gracias a tu calor, que mi cuerpo está enmarañado al tuyo. Por fortuna, seguimos teniendo esa sagrada incompetencia para separarnos. Te pego a mí, bien cerca. Cuando las yemas de mis dedos comienzan a degustarte, una pequeña guitarra acústica, de cálida melodía, comienza a brotar por ensoñación en mi mente. ya empiezo a sentirme despierto. Te giras con los ojos cerrados, buscando un abrazo eterno. Sigues dormida. Te miro. Sonries. Me pillaste. "Buenos dias". "Buenos dias". Una caricia por tu rostro. Un disfrute continuo. Lo que he vivido no me importa. Lo que hayas vivido no es de mi incumbencia. Tú eres lo único que quiero conocer. Vuelves a cerrar los ojos. Nuestros cuerpos comienzan a bailar. Me regalas tu espalda. Lo tomo como invitación para descubrir el sabor de tu cuello, que cada mañana varía y me envuelve en imágenes de distintos lugares del mundo: España, India, Italia, Suráfrica, Argentina...Contigo viajo sin moverme. Si tengo dudas, ya no las hay. Si tengo miedo, desaparece. Si tengo frio, tu me das tu calor. Dejo de necesitar a tu lado. Y sin darme cuenta, ya te estoy haciendo el amor. Hoy eres mia, vuelvo a sentirte y por momentos pienso y comprendo que vivamos y suframos tanto por estos sentimientos. Porque aunque me lo plantee, nunca podré deshacerme de la hermosa telaraña que cada día vas tejiendo, con delicadeza, pero firme. hoy sólo sé hacerte el amor.DeathVon llama a tu puerta
"¡Voy!"...Unos segundos más tardes, al abrir la puerta de casa, me encuentro con dos mujeres muy bien vestidas, que portan un pequeño ejemplar en sus manos sobre si "hay vida después de la muerte" y una sonrisa de manufactura psicótica. Justo en ese momento, me doy asco a mí mismo por darme cuenta de que abrí la puerta exclusivamente por el hecho de que iban arregladas (cosa que no suelo hacer cuando alguien desaliñado me pide dinero, sin ninguna excusa religiosa). Antes de que soltasen su preparado discurso, y como este show ya lo he vivido, las despacho diciendo "que no estamos interesados, gracias". Una de ellas sigue manteniendo una sonrisa que me llega a asustar (y seguro que por dentro tiene un ente que le corroe diciendo: "este cabrón no me va ni dejar hablar"). Así que, en un último esfuerzo de captar mi atención, me suelta una daga envenenada: "Pero todos hemos perdido a alguien..." Mi cara en ese momento resumía todo lo que pensaba ("¡Qué zorra!, ¡por dónde ataca!"). Sigo manteniendo una sonrisa de cortesía y le respondo: "Sí, por supuesto, pero no compartimos ideología, lo siento". Su risa sigue inmutable, acepta que no podrá hacer nada conmigo, y se van. Cierro la puerta y me pregunto: "¿Habrá vida después de la muerte?,¿nacemos de nuevo o algo?"

