Perdone, ¿mi camino?

Renunciamos a lo que queremos, queremos lo que renunciamos, buscamos, encontramos y lo apartamos; en medio de la inmensa negrura de lo que está por venir, no saber si pisas sobre terreno duro o no es más que una falsa maqueta de arena de playa. Crees pisar, pero el suelo desapareció con la primera ola de la mañana. ¿Por dónde tiro? El viento sopla en muchas direcciones y yo no tengo nociones de marinería. La bújula está rota, pero creo recordar por dónde estaba el norte. Pero, ¿qué pasa si el norte no resulta la mejor dirección? ¿qué pasa si creo dirigirme al norte y resulta que al final me encuentro en el sur? Bueno, en ese caso sólo me queda seguir hacia adelante para volver a llegar al norte, es la suerte de vivir en un planeta esferoide ligeramente achatado. El mundo gira alrededor de sí mismo, alrededor del sol, cabecea, presenta cierta excentricidad,....nunca para, en ningún sentido. Y nosotros aquí perdidos, sin darnos cuenta de lo rápido que vamos y lo lento que acontecen las cosas. Hoy tengo frío, mañana tendré calor y pasado estaré sin temperatura definida. Esperemos que la era glacial pase pronto, ya vislumbro un gran sol despertándose por el horizonte, quizás tan grande que su luz me quede ciego. No sabemos qué va a pasar, no podemos decir "de este agua no beberé", pero puedo intentar primero ver de qué fuente viene.

Hoy me quiero fundir con la madre tierra, volver a los orígenes de los hombres, con su dificil supervivencia biológica, pero mucho más sencilla red social, donde todos sabemos dónde tenemos que estar, el lugar que ocupamos, nuestro nicho emocional. En ecología, nicho se define como un hipervolumen de n-dimensiones, donde cada dimensión corresponde a factores bióticos y abióticos y que condicionan la vida de la especie determinada. En la especie humana he encontrado un nicho social-emocional, en dónde no competimos con ninguna otra especie salvo con nosotros mismos, buscar nuestro "espacio", en sentido abstracto con n-dimensiones, donde poder sentirnos perfectamente "encajados". Es la parte más difícil de nuestra ecología humana.