Y a dormir me dispongo, a caer entre los suaves brazos de Morfeo, que me abriga de un mundo tan hostil como bello. Me ofrece la rendición a su merced, Él será quien lleve el timón de un barco que naufraga por los entresijos de mi consciencia. Resulta ser un mar que carece de pronóstico y que lo mismo me mecerá suavemente por recuerdos placenteros, como me golpeará con fuerte tempestad bajo las peores pesadillas. Aún sin saber qué será de mí cuando a tus aguas llegue, me entrego, olvido lo que sueño viviendo para vivir soñando...pero la travesía, a pesar de ser larga, se nos hace corta y con ello un dia pasa tras otro casi sin avisar...y por eso te busco hoy, para que me alcances a la orilla de mañana lo más rápido que puedas. Para que la brisa de tierra nueva airé una mente hoy totalmente embotada. ¡Que descansen señores/as!
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