Y con el inicio de la música, mi brazo comienza a elevarse, poquito a poco. Mi cabeza queda embobada ante la movilidad de mis extremidades; y mis piernas, hasta ahora inertes, comienzan a bailar...Extraños hilos invisible hacen que de la nada surjan gestos, emociones y danzas. No soy dueño de lo que hago, me dejo llevar por la extraña fuerza que en principio debería estar justo encima mía, que me maneja con tan sólo dos manos y unos movimientos coordinados y suaves. Soy tu marioneta. No tengo voluntad...¿o tal vez sí? Dejo que tu extraño poder me regale la vida que me falta. Antes estaba relegado a un cajón enmohecido, cubierto de polvo...ahora, tú me otorgas la vida y los únicos hilos son los que me llevan a ti...ordenados, finos, tensos...pero divinos. Acepto que no soy más que tu muñeco, que nunca llegaré a más. Pero lo cierto es que, a pesar de todo, eso me hace feliz, porque conmigo comienzas a ser tú, a exponer tus fantasías, tus cuentos ocultos y consigo, incluso desde lo inanimado de mi ser, llegar a tus pensamientos más profundos, captar una fotografía del momento y transformar tus emociones en mis movimientos.
Warmness
La luz rompe por la ventana con visillos de una edad pasada. Me despierta de un letargo algo intranquilo. Antes de ver nada, me doy cuenta, gracias a tu calor, que mi cuerpo está enmarañado al tuyo. Por fortuna, seguimos teniendo esa sagrada incompetencia para separarnos. Te pego a mí, bien cerca. Cuando las yemas de mis dedos comienzan a degustarte, una pequeña guitarra acústica, de cálida melodía, comienza a brotar por ensoñación en mi mente. ya empiezo a sentirme despierto. Te giras con los ojos cerrados, buscando un abrazo eterno. Sigues dormida. Te miro. Sonries. Me pillaste. "Buenos dias". "Buenos dias". Una caricia por tu rostro. Un disfrute continuo. Lo que he vivido no me importa. Lo que hayas vivido no es de mi incumbencia. Tú eres lo único que quiero conocer. Vuelves a cerrar los ojos. Nuestros cuerpos comienzan a bailar. Me regalas tu espalda. Lo tomo como invitación para descubrir el sabor de tu cuello, que cada mañana varía y me envuelve en imágenes de distintos lugares del mundo: España, India, Italia, Suráfrica, Argentina...Contigo viajo sin moverme. Si tengo dudas, ya no las hay. Si tengo miedo, desaparece. Si tengo frio, tu me das tu calor. Dejo de necesitar a tu lado. Y sin darme cuenta, ya te estoy haciendo el amor. Hoy eres mia, vuelvo a sentirte y por momentos pienso y comprendo que vivamos y suframos tanto por estos sentimientos. Porque aunque me lo plantee, nunca podré deshacerme de la hermosa telaraña que cada día vas tejiendo, con delicadeza, pero firme. hoy sólo sé hacerte el amor.
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